El embarazo es un momento único de mucho cambio y movimiento interior, de conexión con el bebé que viene y con la parte más espiritual de las madres. Son unos meses muy especiales que merecen la pena ser vividos desde la calma y la felicidad, disfrutando de cada instante, y conectando con esa personita que viene a nuestras vidas.
Es normal trabajar la preparación al momento del parto con fisioterapia de suelo pélvico, deporte diario, cursillos, etc. Sin embargo, otros aspectos fundamentales como son las emociones de la madre durante todo el proceso, la conexión con su bebé, cómo se enfrenta a la maternidad, los propios traumas que puede arrastrar de niña, las creencias que la limitan, sus inquietudes, sus miedos,… todo esto no suele ser atendido en las consultas ginecológicas.
La vulnerabilidad de esos meses hace que en algunas mamás afloren sentimientos encontrados o se conecten con sus propias infancias. También, si se ha tenido alguna experiencia negativa en algún parto previo, puede que ese momento genere ansiedad a la futura mamá. Por eso, es un momento ideal para liberar de peso esa mochila particular de cada una, para afrontar la llegada del bebé sin cargas y sin miedo.
“Con hinoparto, podemos ayudar a la mamá a desprenderse de patrones, creencias limitantes o bloqueos que no la ayudan, para poder recibir a su bebé en las mejores condiciones emocionales”
Por otro lado, el hipnoparto es un recurso maravilloso para conectar con el alma y con el cuerpo, para creer en nuestra capacidad para parir a un hijo de una forma natural y tranquila, de una manera lo menos medicalizada posible. Asumiendo que nosotras sabemos hacerlo, escuchando a nuestro cuerpo, a nuestro bebé, para poder vivir desde la calma una experiencia mágica y única en la vida.
El hipnoparto o “parto desde la paz” como nos gusta llamarlo, es una auténtica revolución en la manera de asumir ese momento vital. Cada vez son más las mujeres en todo el mundo las que lo viven y lo disfrutan, siendo conscientes en cada instante de lo maravilloso que puede llegar a ser, sintiéndose conectadas con su bebé todo el tiempo, y por qué no, disfrutando del proceso, sea como sea. El cuerpo puede fluir libre de tensiones y de esta forma, toda la musculatura implicada en el trabajo de parto dejará de estar en tensión, y ayudará a que todo se desarrolle de una forma más natural. También las hormonas que se activan cuando hay miedo, dejarán de estar presentes o lo estarán en menor medida, por lo que tampoco dificultarán el desarrollo natural del proceso.
Igualmente, aún en cesáreas programadas, el hipnoparto también se convierte en un recurso increíble en estos casos. Podemos hacer que esa experiencia sea igualmente un momento único de conexión con el bebé y la forma de recibirlo en este mundo.
Con el hipnoparto, también la pareja tiene una presencia muy importante, y puede ser un pilar fundamental de información, tranquilidad, amor y cuidado para ayudar a su mujer y a su bebé en todo momento.
La calma y la confianza en el parto son necesarias, pero no solamente por parte de la mujer sino también del entorno que la rodea.
El ambiente en el que demos a luz es el factor más determinante sobre cómo va a evolucionar nuestro parto. De ahí que una gran parte de nuestra labor sea la de poder dar un significado diferente y alejar los miedos y las inquietudes a las que nos enfrentamos durante el embarazo.
Conocer estos miedos y las inseguridades o dudas que van asociadas y trabajar en transformarlos en algo que nos empuja y nos de fuerza, es una de las herramientas más valiosas que tenemos de cara al parto, pero además resulta muy importante conocer los miedos o inquietudes de la persona que va a acompañar y sostener a la mamá en ese momento vital, porque la realidad es que la energía que se genere en el ambiente alrededor y cómo se encuentre la pareja o persona que acompañe, afectará en un sentido o en otro al modo en el que el proceso irá desarrollándose.
“Es totalmente lógico entender que no podemos dar a luz en las mismas condiciones si tenemos un entorno que nos apoya y confía en lo que está pasando, o un entorno donde prevalece el miedo o la desconfianza”.
Por eso, en nuestros cursos de hipnoparto, cuidamos mucho de cómo se desarrollará ese ambiente y atendemos las necesidades también de la persona acompañante, para que pueda dar ese sostén y cariño a la mamá en esos momentos tan delicados.
También, para que si es necesario, pueda ser protector/a y abanderado/a de las decisiones que mamá y pareja hayan tomado antes del parto, siempre que las condiciones y el personal sanitario estén de acuerdo y siempre que prevalezcan las condiciones de salud para que todo se desarrolle de la mejor forma posible.
Preparando emocionalmente no sólo a la embarazada, si no también a la pareja, éste o ésta podrá brindar realmente un apoyo integral a la futura mamá.
Será una forma de dar un paso más en la relación, de conectaros, de reforzar vuestra unión y de recibir a ese bebé que viene más unidos que nunca.
Por eso desde Mamá Maravillas os invitamos a vivir este proceso con nosotros, ya sea desde una experiencia íntima y personalizada en pareja o bien, asistiendo a uno de nuestros grupos muy reducidos, para que también podáis compartir y apoyaros en otras parejas que están pasando por el mismo momento vital que vosotros.
Sólo tenéis que decirnos cuándo queréis comenzar y os ayudaremos a acercaros a ese parto que tanto deseáis!